BLOGMEDICO

ESTE BLOG ES CREADO POR FRANCISCO FELIPE, MEDICO INTERNISTA. SE HACE CON LA FINALIDAD DE MANTENER ACTUALIZADO A LOS COLEGAS MEDIC@S Y AL PUBLICO EN GENERAL..ESPERANDO SUS COMENTARIOS...QUE LE GUSTEN LOS ARTICULOS PUBLICADOS Y QUE PODAMOS INTERCAMBIAR IDEAS...PASEN FELIZ DIA.

viernes, 25 de marzo de 2011

colera

El Cólera es una enfermedad aguda, diarreica, provocada por la bacteria Vibrio cholerae, la cual se manifiesta como una infección intestinal. Los especialistas mantienen que probablemente llegó a Europa desde la India, y pronto comenzó a cobrar vidas en Europa oriental y central en las primeras décadas del Siglo XIX. En Hungría se tienen los primeros registros en 1830 y ya para 1831 había cobrado cerca de 300.000 víctimas.[1] Rápidamente se propagó por Francia, Italia, Alemania e Inglaterra y sin saber exactamente la naturaleza de la enfermedad por un par de décadas, finalmente ésta fue descubierta por Filippo Pacini en el año 1854, y posteriormente Jaume Ferran i Clua elaboró la primera vacuna. La infección generalmente es benigna o asintomática, pero, a veces, puede ser grave. Aproximadamente una de cada 20 personas infectadas puede tener la enfermedad en estado grave, caracterizada por diarrea acuosa profusa, vómitos y entumecimiento de las piernas. En estas personas, la pérdida rápida de líquidos corporales lleva a la deshidratación y a la postración. Sin tratamiento adecuado, puede ocurrir la muerte en cuestión de algunas horas.

El cólera ha producido varias epidemias, algunas de ellas de alcance prácticamente mundial, como la que, partiendo de la India (zona de Bengala), asoló Europa y América a principios del siglo XIX. En enero de 1991 surgió una epidemia de cólera en varios países del norte de América del Sur que se difundió rápidamente. El brote más reciente de cólera esta registrado en Haití, a causa de los estragos del terremoto producido en enero de 2010. Como consecuencia, República Dominicana y toda América puede correr riesgo de contagiarse de esta enfermedad.[cita requerida]

El cólera ha sido poco frecuente en los países industrializados durante los últimos 100 años; no obstante, esta enfermedad aún es común en otras partes del mundo, incluyendo el subcontinente Indio, Sureste Asiático, Latinoamérica y el África Subsahariana.

Una persona puede adquirir cólera bebiendo líquido o comiendo alimentos contaminados con la bacteria del cólera. Durante una epidemia, la fuente de contaminación son generalmente las heces de una persona infectada. La enfermedad puede diseminarse rápidamente en áreas con tratamientos inadecuados de agua potable y aguas residuales. La bacteria del cólera también puede vivir en ríos salubres y aguas costeras

jueves, 21 de mayo de 2009

TUBERCULOSIS PULMONAR

Causas, incidencia y factores de riesgo

La tuberculosis es causada por una bacteria llamada Mycobacterium tuberculosis ( M. tuberculosis ) y se puede adquirir por la inhalación de gotitas de aire provenientes de la tos o el estornudo de una persona infectada.

La etapa primaria de la infección generalmente es asintomática (sin síntomas). En los Estados Unidos, la mayoría de las personas se recupera de la infección de tuberculosis primaria sin evidencia posterior de la enfermedad. Sin embargo, en algunos casos, la enfermedad se puede volver activa en cuestión de semanas después de la infección primaria o puede permanecer latente por años y reaparecer posteriormente.

Las siguientes personas están en riesgo de tuberculosis activa:

  • Los ancianos
  • Los bebés
  • Las personas con sistemas inmunitarios debilitados, por ejemplo, debido a SIDA, quimioterapia o medicamentos antirrechazo administrados después de un trasplante de órgano

El riesgo de contraer la tuberculosis aumenta si la persona:

  • Está en contacto frecuente con personas que padecen la enfermedad
  • Vive en condiciones de vida insalubres o de hacinamiento
  • Está desnutrida

Los siguientes factores pueden incrementar la tasa de infección tuberculosa en una población:

  • Aumento de las infecciones por VIH
  • Aumento en el número de personas sin hogar (ambiente de pobreza y mala nutrición)
  • Aparición de cepas de la tuberculosis resistentes a las drogas

En los Estados Unidos, hay aproximadamente 10 casos de tuberculosis por cada 100.000 personas, sin embargo, las tasas varían tremendamente por área de residencia y clase socioeconómica.

Ver también:

Síntomas

  • Si aparecen, se limitan a una tos mínima y una fiebre leve
  • Fatiga
  • Pérdida involuntaria de peso
  • Tos sanguinolenta
  • Fiebre y sudoración nocturna
  • Tos que produce flema

Los síntomas adicionales que pueden estar asociados con la enfermedad son:

  • Sibilancias
  • Sudoración excesiva, especialmente en la noche
  • Dolor en el pecho
  • Dificultad respiratoria

Signos y exámenes

El examen de pulmón con el estetoscopio puede revelar crepitaciones (sonidos respiratorios inusuales). Se puede presentar agrandamiento o sensibilidad de los ganglios linfáticos en el cuello u otras áreas. Se puede detectar líquido alrededor del pulmón y se pueden presentar dedos hipocráticos en manos y pies.

Los exámenes pueden ser:

Tratamiento

El objetivo del tratamiento es curar la infección con drogas que combatan la bacteria de la tuberculosis. El tratamiento inicial puede consistir de una combinación de muchas drogas y se continúa hasta que las pruebas de laboratorio muestren qué medicamento funciona mejor.

El tratamiento suele durar 6 meses, aunque es posible que se requieran ciclos más prolongados de la droga para pacientes con SIDA o aquellos en quienes la enfermedad responde lentamente.

Es posible que la persona deba ser hospitalizada para prevenir la propagación de la enfermedad a otros hasta que la persona ya no sea contagiosa.

El tratamiento incompleto de las infecciones de tuberculosis, como el hecho de no tomarse los medicamentos durante el período de tiempo prescrito, puede contribuir a la aparición de cepas de la bacteria resistentes a las drogas.

domingo, 10 de mayo de 2009

ULCERA PEPTICA

Ulcera Péptica

Uno de los trastornos que con más frecuencia afecta a la población de finales de siglo es la enfermedad ácido péptica, definida como el conjunto de síntomas y signos debidos a la acción de los jugos digestivos, ácidos en su naturaleza, sobre estructuras que no están preparadas para entrar en contacto con ellos, como es el caso del esófago, o que han perdido la capacidad de protegerse de aquellos, como puede suceder con el estómago o el intestino. Lesiones como la gastritis o la esofagitis hacen parte de los trastornos agrupados bajo tal denominación, pero son las úlceras las más conocidas y sobre las cuales existe un mayor número de creencias erróneas, que muchas veces llevan a no buscar diagnóstico y tratamiento adecuados, debido a la percepción de que se trata de una enfermedad incurable para la cual no existe tratamiento efectivo.

Gran parte de estas concepciones inexactas tenían origen en los preceptos médicos que hasta hace poco eran la base del diagnóstico y manejo de la enfermedad. En los últimos años sin embargo, las nociones sobre la forma como se desarrollan las úlceras y por consiguiente la manera de tratar las mismas, han sufrido cambios importantes que han beneficiado de gran manera a los pacientes que padecen las mencionadas lesiones.

¿Q
ué es una úlcera?
El término de úlcera se aplica en el caso del tracto digestivo a lesiones tipo erosión que ocurren en el tejido que recubre las vísceras huecas del mismo como el estómago y el intestino delgado. Normalmente, aquellos tejidos están compuestos por células especializadas que pueden resistir la acción de los ácidos del jugo gástrico y revestidos por una capa de moco secretado por otro tipo de células, que evita el contacto directo entre el ácido y la pared de los órganos. La pérdida de esta protección, por medio de diferentes vías, hace que el tejido expuesto al fluido digestivo sufra cambios similares a los que produce una quemadura química.

¿Por qué se produce una úlcera?
Este es quizá el campo en el que han ocurrido la mayor parte de los cambios en cuanto al conocimiento de las úlceras por cuanto hoy en día se acepta que entre 80% y 95% de ellas son debidas a la infección por una bacteria denominada Helicobacter pylori. Se sabe en la actualidad que la bacteria penetra las células que recubren estómago y duodeno y cambia las condiciones del entorno para protegerse a sí misma del ácido gástrico.

En ese proceso daña las barreras de protección de las células y estas se ven afectadas por las secreciones digestivas, causando la lesión (figura 1).

El papel que se le atribuía a otros factores como las comidas muy condimentadas, el exceso de estrés y la mala alimentación entre otros, como causantes de la enfermedad ha pasado ahora a ser el de factores que pueden agravar o hacer más evidentes los síntomas de una úlcera ya existente. Entre el pequeño porcentaje de úlceras en las que no participa Helicobacter pylori, se cuentan las denominadas úlceras de estrés, lesiones no asociadas, como pudiera pensarse, a las preocupaciones y tensiones de la vida diaria sino a los cambios en el funcionamiento normal del cuerpo ante situaciones de salud graves, como las que se presentan ante una hospitalización en una sala de cuidados intensivos.

¿Qué tipos de úlcera existen?

La clasificación que con más frecuencia emplean por los médicos para referirse a las úlceras está basada en la localización de las mismas dentro del tracto digestivo.

De esta manera, las úlceras pueden dividirse en dos grandes grupos: las gástricas y las intestinales. A las primeras puede agregársele subsecuentemente otro vocablo que determine su localización específica dentro del estómago. Por ejemplo, ulcera pilórica, fúndica o antral, son términos que describen la parte del estómago en donde el médico ha detectado la lesión (figura 2). Entre las úlceras intestinales, las más frecuentes son las duodenales, es decir, aquellas que ocurren en la primera porción del intestino delgado.

Tratamiento

Si la ulcera es causada por H. Pylori, el tratamiento puede incluir una combinación de:

  • Antibióticos que matan la bacteria: metronidazol, tetraciclina, claritromicina y amoxicilina.
  • Bloqueadores H2 e inhibidores de la H+, K+ -ATPasa (bomba de protones) que reducen los ácidos estomacales: Como bloqueadores están la cimetidina, ranitidina, famotidina y nizatidina. Los inhibidores de la bomba de protones bloquean el mecanismo mediante el cual los ácidos entran al estomago, son el omeprazole y lansoprazole
  • Medicación que protege la mucosa gástrica: el bismuto subsalicilato y el sucralfate ayudan a recubrir la ulcera permitiendo su cicatrización.

Cuando la ulcera es causada por el uso de AINES, el tratamiento consiste en suspenderlos y tratar los síntomas con Bloqueadores H2, inhibidores de la bomba de protón y con sucralfate.

La intervención quirúrgica a veces es necesaria para manejar las complicaciones de la ulcera como por ejemplo sangrado, perforación u obstrucción, que no responden a otro tipo de tratamiento.

Algunas medidas adicionales que contribuyen en el tratamiento son:

Suspender el cigarrillo
Evitar te, café y bebidas que contienen cafeína
No ingerir alcohol
No tomar aspirina ni AINES
Dieta balanceada con ingesta regular de 3 comidas diarias con horario.

Complicaciones

Muy serias complicaciones pueden ocurrir por una ulcera gástrica, incluyendo sangrado, perforación de la pared gástrica y obstrucción causada por alimentos que tratan de pasar del estomago a los intestinos.

Carcinoma: se ha observado una frecuencia levemente mayor de desarrollo de carcinoma en el borde de las úlceras gástricas; esto no ocurre en las duodenales.